El club de los cómodos

Me apetece ponerme un poco en el papel de entrenador duro y estoico con los y las que quieren obtener resultados pero sin mucho lío, así que, voy a dar un poco de caña.

Desgraciadamente es sabido, que la industria del entrenamiento vende nuevos métodos y artilugios en base a este utópico e irreal paradigma: obtener mucho con muy poco esfuerzo y eso es ¡mentira!. Uno de los ingredientes que no debe faltar es el trabajo duro y la constancia, y eso cuesta, y mucho. Cualquiera entrena bien un par de semanas, pocos lo hacen una temporada, ni que decir varias y es ahí donde de verdad se consiguen grandes logros.

Los éxitos son directamente proporcionales a la dedicación, trabajo y esfuerzo, siempre y cuando este sea el correcto. La figura del entrenador (y resto de profesionales cualificados) es fundamental para que el camino trazado sea el adecuado. Ni todo vale ni todo suma, hay que elegir y medir bien cada estímulo. Por lo tanto, un buen entrenador te pondrá los medios, te dirigirá, guiará y motivará para que logres los objetivos pero de esto a que se haga sin esfuerzo hay una gran diferencia.

Sé que puedo tirar piedras en mi propio tejado con lo que voy a decir pero me importa  un rabano porque no voy a escribir algo en lo que no creo y que me parece humo. Jamás he dicho, «tranquilo que será fácil» cuando sé que el reto a vencer es difícil. Prefiero ser franco y decir «vamos a trabajar para lograrlo, pero va a costar». Y si es demasiado fácil entonces tendremos que buscar un reto un poco más exigente, ¿de eso se trata no?, de avanzar.

Puedes tener el mejor entrenador del mundo (en gran parte algo muy subjetivo), el último modelo de GPS, las zapatillas más caras y una camiseta para entrenar con tecnología textil de la NASA pero vas a seguir siendo el mismo si no pones lo que de verdad hace falta. Hay que echarle un par de narices para superar los retos, porque puede ser duro, muy duro.

Y no te creas que es solo trabajar y va salir todo perfectamente, no señor. Vas a entrenar como nunca pero vendrán altibajos y malos momentos porque tanto en el deporte como en la vida aparte de trabajar hay que tener actitud y continuidad con los objetivos pase lo que pase. No vale que en el primer giro o revés te vengas abajo. Las derrotas, los malos resultados, las lesiones y un largo etc son parte del camino hacia el éxito. Si este trámite es más fuerte que tú es complicado lograr grandes objetivos.

Te voy a ser franco, mejorar es jodido, pero se puede y sino se puede al menos hay que intentarlo con todo lo que tengamos, nunca a medias. Mi trabajo como entrenador es ayudarte a encontrar el camino y que no te pierdas en el camino, no te desesperes, no te rindas… y poco a poco veremos que el verdadero premio no es el resultado sino todo ese esfuerzo diario. Pero no te engañes campeón, el trabajo duro no se sustituye con nada, o pringas o pringas.

El éxito es para los que aprenden del fracaso y siguen trabajando duro. Joel Pedroche.

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